Estas son las leyendas de mi amigo Juan Antonio López Delgado que acompañan a los cuadros de la exposición de " Poética de las curvas". Noviembre 2015
Danza Opalescente
Semiótica de la gracia abducida por ópalos iridiscentes
Abisalia
Late en la vida abisal en ósmosis incesantes
Contención brasileira
El vaho del trópico que enhebra tu apoteosis seminal germina
aún en el paraíso.
Nuevo Laooconte
Un silbido de sierpes estrangula el aliento de toda la humanidad.
Aún no coronada de pámpanos, como al sacerdote troyano.
Nácares disolutos
En la sinrazón de qué será, las vainas edificarán reinos.
Los barcos burbujearán con el viento nacarado para que estéis en paz.
Dimensión deslumbrante
La pagoda del tiempo se acristala y
espiritualiza en recurrentes difluencias metafísicas.
Vida indivisa
Óculos sin amarre aparencial, pero de trasmundos incoercibles.
Vivencia en flor y desasimiento
Cual vilanos que se materializan y lirifican en las manos que los acogen, abres tus cálices sempiternos hasta una infinidad en vilo.
Doble nudo trébol
Tantas vueltas das en el tiempo que en el Apocalipsis
hallas espiritualidad desde Patmos.
Embrión y medusa
Si lo pujante genesíaco nuestro no muestras,
quebrantarás tus horas no enterradas.
Trinitaria unión con la materia oscura
Insinúa un concierto trino de vórtices y vértices que,
al adensarse hacen nacer la soledad.
Spontea durex
Si humilde fueras, verías en tus manos un iris de piedra preciosa y un cúmulo vivencial y actuante que te lleva hasta la veta infinita de la mina divina.
Ascensión y ambrosía
Deja que un cúmulo orgiástico y autocomplaciente
inunde al fin las cavernas del miedo que te hurta la vida.
Varón rampante
¿ Hasta do alzas la simiente de tu escándalo y mueves
por no cegar el pozo de la ramplonería?
Sibarítica succión
Si la oquedad quebrantada de tu caracola invade un alma espejeada , no atribules un cántico que ya nace innecesario.
Mensaje latente
No es necesario que se enuncie lo criptográfico
si la forma nidifica en la conciencia del ser.
Materia y forma en epigastrio
Si lúdica es la apariencia, extraña y fuerte es la vejiga comunicacional
que digiera y asimila el alimento que nunca mata.
Injerencia
Limita el entusiasmo de tu condición a no admirar
el pegujal del arrepentimiento que te molesta.
Lazo seminal
Aguarda hasta que tu espíritu internice la energía
que te llega desde la sangre, desde la vida.
Celular I
Si no interfiriera tu femineidad en el lecho que te cobija,
ahondaría en unas esencias que van a morir a tu reposo y a tu filtraje.
Magma y elucubración
Dice San Mateo: “ si tu ojo es limpio, todo tu cuerpo será luminoso.
Luminiscente es tu fe y tu amanecida”.
Lujuria en germen
Colofón y huida de deseo y pasión en esencia de sinestesia.
Génesis de una glaciación erótica
Fluye la vida, no amagues el dar ni el recibir que todo se te ofrecerá: el calor, la belleza, la idoneidad, el don mágico y sublime del Amor.
El río de la vida
Que todo, manriqueñamente, ha de ir a su final, está previsto.
Prevé, tú, la clave de tu arco vital y aspira al autoconocimiento.
Danza Opalescente
Semiótica de la gracia abducida por ópalos iridiscentes
Abisalia
Late en la vida abisal en ósmosis incesantes
Contención brasileira
El vaho del trópico que enhebra tu apoteosis seminal germina
aún en el paraíso.
Nuevo Laooconte
Un silbido de sierpes estrangula el aliento de toda la humanidad.
Aún no coronada de pámpanos, como al sacerdote troyano.
Nácares disolutos
En la sinrazón de qué será, las vainas edificarán reinos.
Los barcos burbujearán con el viento nacarado para que estéis en paz.
Dimensión deslumbrante
La pagoda del tiempo se acristala y
espiritualiza en recurrentes difluencias metafísicas.
Vida indivisa
Óculos sin amarre aparencial, pero de trasmundos incoercibles.
Vivencia en flor y desasimiento
Cual vilanos que se materializan y lirifican en las manos que los acogen, abres tus cálices sempiternos hasta una infinidad en vilo.
Doble nudo trébol
Tantas vueltas das en el tiempo que en el Apocalipsis
hallas espiritualidad desde Patmos.
Embrión y medusa
Si lo pujante genesíaco nuestro no muestras,
quebrantarás tus horas no enterradas.
Trinitaria unión con la materia oscura
Insinúa un concierto trino de vórtices y vértices que,
al adensarse hacen nacer la soledad.
Spontea durex
Si humilde fueras, verías en tus manos un iris de piedra preciosa y un cúmulo vivencial y actuante que te lleva hasta la veta infinita de la mina divina.
Ascensión y ambrosía
Deja que un cúmulo orgiástico y autocomplaciente
inunde al fin las cavernas del miedo que te hurta la vida.
Varón rampante
¿ Hasta do alzas la simiente de tu escándalo y mueves
por no cegar el pozo de la ramplonería?
Sibarítica succión
Si la oquedad quebrantada de tu caracola invade un alma espejeada , no atribules un cántico que ya nace innecesario.
Mensaje latente
No es necesario que se enuncie lo criptográfico
si la forma nidifica en la conciencia del ser.
Materia y forma en epigastrio
Si lúdica es la apariencia, extraña y fuerte es la vejiga comunicacional
que digiera y asimila el alimento que nunca mata.
Injerencia
Limita el entusiasmo de tu condición a no admirar
el pegujal del arrepentimiento que te molesta.
Lazo seminal
Aguarda hasta que tu espíritu internice la energía
que te llega desde la sangre, desde la vida.
Celular I
Si no interfiriera tu femineidad en el lecho que te cobija,
ahondaría en unas esencias que van a morir a tu reposo y a tu filtraje.
Magma y elucubración
Dice San Mateo: “ si tu ojo es limpio, todo tu cuerpo será luminoso.
Luminiscente es tu fe y tu amanecida”.
Lujuria en germen
Colofón y huida de deseo y pasión en esencia de sinestesia.
Génesis de una glaciación erótica
Fluye la vida, no amagues el dar ni el recibir que todo se te ofrecerá: el calor, la belleza, la idoneidad, el don mágico y sublime del Amor.
El río de la vida
Que todo, manriqueñamente, ha de ir a su final, está previsto.
Prevé, tú, la clave de tu arco vital y aspira al autoconocimiento.